Coincidiendo con las bonitas fiestas de Semana Santa, un grupo formado por 6 veteranos
(Medio-polvo, Millán, Íntimo, Chirimollo, Avellano y Nervios) y un novato (Vacilos) de esta tuna
decidió partir hacia tierras alemanas. Así que en la mañana del 9 de Abril nuestros seis aventureros
(ah, sí, y un novato) partieron desde distintos puntos de la geografía valenciana hasta el local de alquiler de
furgonetas. Tras una parada para comprar comida, en solo media hora conseguimos manchar hasta el último rincón
de la Nissan.
A las 9:30pm conseguimos llegar a Narbonne, ciudad del
sur de Francia, de donde tras un elegante parche partimos hacia
Alemania.
De mañana llegamos a Friburgo (sur-oeste de Alemania) donde buscamos lugar para exalzar
nuestra imagen tras una noche en la carretera. Ese lugar no fue otro que los servicios de una Iglesia.
Ese dia llevamos nuestra alegría, nuestra voz, nuestra presencia, a las ciudades
de Badem-Badem y Heidelberg. Importante: es imposible aparcar en Heidelberg si tu vehiculo mide más de 1'80 de altura:
Todas las plazas de aparcamiento son para minusválidos y para residentes, y los aparcamientos de pago son subterraneos.
Aunque nosotros con nuestro encanto natural, finalmente conseguimos que una agradable mujer nos dejase una tarjeta de residentes.
Despues fuimos a Karlsruhe, donde nos esperaba un amigo español que residía en un Colegio Mayor,
lugar premiado con nuestra presencia para esa noche.
Intimo y
el novato
prepararon una tortilla antes de irnos a dormir.
El jueves (día 11) partimos hacia Dortmun donde nos esperaban 2 habitaciones 2 de un hotel de 4 estrellas 4 ****
con minibar, camas de 2x2 metros, tv, baño...
En esta bonita ciudad estuvimos hasta el sábado, cantando por el día y festejando por la noche.
Abandonamos Dortmun en dirección a Eindhoven, y no pudimos
dejar de visitar la bonita ciudad de Colonia, cuya famosa catedral
obsequiamos con otro parche.
En Eindhoven nos recibió, nos mimó, nos cuidó y nos invitó
la amigable Tuna de la Ciudad de la Luz
compuesta por gente dicharrachera, festera, viajera y bebedera como nadie. Un saludo .
Tristes por dejar "Eindhoven la nuit", con su fiesta, sus
mujeres, y por supuesto sus litros de cerveza, condujimos
kilometros hasta toparnos con una ciudad: Brujas.
Pero como todo en este mundanal mundo mundano, el viaje tocaba
a su fin, y de Brujas tuvimos que poner rumbo a nuestra querida
ciudad de Valencia. Aunque primero paramos a comer en casa de la
abuela de 1/2
Polvo !y que bien comimos!! Va un gran saludo para ella.
Y por aquí estamos otra vez... hasta el proximo viaje, por
supuesto.