Verán, yo tengo dos pisos en alquiler. El primero lo tengo alquilado como vivienda habitual, el segundo lo alquilo como vivienda vacacional. Por el alquiler vacacional ingreso más dinero. Sin embargo, además de suponerme más trabajo, me produce menos beneficio. Esto es porque asumo muchos más gastos. Además de pagar mayores impuestos, debo cubrir los recibos habituales (luz, agua, gas, internet), los pequeños gastos (papel higiénico, bombillas, toallas, sábanas, gel…), los gastos de gestión (entrega y recogida de llaves, limpieza) y pequeños trabajos de mantenimiento.
Así que el alquiler vacacional aumenta los precios para los inquilinos, mientras baja los beneficios para los propietarios.
¿Cómo explicar entonces que crezca la oferta de alquileres vacacionales? Les diré algo: pese a que gano menos dinero con el alquiler vacacional, lo prefiero sin ninguna duda. La razón principal se resume en una palabra: MIEDO.
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